Decía John Lennon ;

Que la vida es lo que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes. Y tenía razón. Planeas tu vida en social, la ropa que ponerte al día siguiente, planeas estar el día siguiente sin comer nada, planeas ir de compras el fin de semana, y más adelante planeas tus estudios, la universidad, tu matrimonio, la casa donde vivirás, el colegio al que irán tus hijos, planeas hasta el color que tendrá el puto sofá... pero los planes son sólo un dibujo en una servilleta de papel y por mucho que te empeñes, al final tus planes le importan una mierda al resto del mundo. Y puedes ponerle cabeza, corazón o un taco de servilletas emborronadas con sueños, que la vida tiene otros planes para tí.
El primer día de colegio, nos dicen que si te esfuerzas y trabajas mucho y con energía y entusiasmo, podrás conseguir lo que te propongas. Yo no creo que sea así, sinceramente, no basta con eso. El ser humano está programado para que los demás valoren lo que hacemos, nuestras decisiones, aunque nos equivoquemos. O eso decía Maslow en su jerarquía de las necesidades humanas... Necesitamos apoyo, sentirnos protegidos, y solo después estaremos seguros de intentarlo.
Da igual si tenemos cinco años y deseamos que papá nos compre un poni; si soñamos con viajar por todo el mundo, o si nuestro propósito es llegar a último curso sin ninguna asignatura pendiente; no importa si tenemos trece años y queremos ser futbolista profesional; ciertamente tememos a toparnos de frente con la realidad, porque la realidad, a menudo es radicálmente distinta a como uno cree que es... Y hay un 99% de que tus sueños no se cumplan. Necesitamos el visto bueno de la gente a la que consideramos importante en nuestra vida. Queremos que nos apoyen, que nos den esperanzas. Así, automáticamente, transformamos ese 1% de posibilidades en un 25.

Las 25 horas del día y los 8 días de la semana pienso en él .

Mi mente no aspira a ningún conocimiento en el que no este él por medio , mi corazón necesita escuchar sus latidos más cerca que los míos . Tan cerca y a la vez tan lejos , me distes alas para poder volar y ahora me las cortas . No hay mayor castigo que la persona que más quieres no este contigo , esa persona a la que amas con todo tu corazón que se fue y parece que no volverá , porque realmente uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde.